de emoción, marcando así su esperado regreso a los escenarios colombianos.
Shakira sigue demostrando su compromiso con su carrera y su amor por su familia, equilibrando ambos aspectos en momentos cruciales de su vida. Su llegada a Barranquilla no solo significa un reencuentro con sus raíces, sino también una oportunidad para celebrar su música y su conexión con el público que la ha apoyado incondicionalmente a lo largo de los años.