Se acabó el tiempo para Sean ‘Diddy’ Combs, y él lo sabe.

Al igual que sus viejos amigos, asociados, colegas, empleados, políticos y todo un complejo industrial de celebridades que sostuvo a este monstruo durante décadas,  incluida Jennifer López  .

Si hay justicia, Diddy no será el único que rinda cuentas.

El ex investigador de la policía de Nueva York Derrick Parker, que trabajó en un tiroteo de 1999 que involucró a Combs y J.Lo, lo ha comparado con el  Jeffrey Epstein  del hip-hop.

“Se escapó de muchas cosas por ser quien era”, dijo Parker. “Ahora muchas cosas están regresando a él”.

El domingo, Combs  publicó un patético y autocompasivo video  en el que se “disculpó” por  golpear brutalmente a su entonces novia Cassie Ventura.

Esto, después de décadas de refutaciones y acusaciones inversas por parte de Diddy, afirmando que Cassie —con sus acusaciones de violación y violencia sistemáticas— estaba intentando chantaje, venganza y extorsión.

Todo el mundo lo sabía. Hace tiempo que le contó al mundo quién y qué es exactamente.

Las recientes redadas en sus propiedades de Los Ángeles y Miami se estaban gestando desde hacía tiempo.

Se acabó el tiempo para Sean “Diddy” Combs, y él lo sabe. Al igual que sus viejos amigos, socios, colegas, empleados, políticos y todo un complejo industrial de celebridades que apuntaló a este monstruo durante décadas, incluida Jennifer López (en la foto de 2000).

El domingo, Combs publicó una declaración en video patética y autocompasiva en la que se “disculpaba” por golpear brutalmente a su entonces novia Cassie (en la foto de 2016). Esto, después de décadas de refutaciones y acusaciones inversas por parte de Diddy, afirmando que Cassie estaba intentando chantajear, vengarse y extorsionar.

Se ve a Diddy agrediendo violentamente a Cassie en un video de vigilancia de 2016

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Sin embargo, allí estaba el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, entregándole a Combs una llave de la ciudad el pasado mes de septiembre.

“Sean Combs es la personificación de la actitud de la ciudad de Nueva York”, dijo Adams en la ceremonia. “Ha demostrado ser un talento singular y generacional”.

Por favor. Adams es un ex oficial de policía de la ciudad de Nueva York. No me pueden decir que no sabía nada sobre Combs. Ha estado en el radar del Departamento de Policía de Nueva York desde al menos 1991, cuando nueve personas murieron y 29 resultaron heridas en un evento de baloncesto en la ciudad de Nueva York que Combs promovió y en el que hubo muchos espectadores.

Por cierto, Cassie presentó la demanda apenas dos meses después de que Combs obtuviera la llave, en noviembre de 2023.

Se presentó un día antes de que terminara una disposición especial de Nueva York que permitía a las víctimas de abuso sexual, cuyas acusaciones de otro modo habrían quedado fuera del plazo de prescripción.

Para mí, ese momento sugiere que Cassie realmente tuvo dificultades para tomar la decisión de presentar la solicitud y que probablemente sigue teniendo mucho miedo de Combs.

Y con razón. Su comportamiento violento es conocido por las autoridades desde hace décadas, pero nunca ha sido declarado culpable de nada de ello.

Su historial continúa durante la década de 1990 y más allá: presuntos tiroteos, palizas, agresiones violentas y amenazas de muerte, la explosión de un coche bomba en el vehículo del rapero rival Kid Cudi y, por supuesto, ese infame tiroteo en un club nocturno en el que estuvo involucrada J.Lo. Hablaremos de eso en breve.

Más recientemente, Combs ha negado, negado y negado las afirmaciones de Cassie (un detalle particularmente cruel lo muestra pisoteándole la cara, golpeándola hasta hacerla papilla hasta que sangró profusamente y vomitó, todo presenciado por al menos uno de los guardaespaldas de Combs), pero ahora ya no puede negar más.

Un desgarrador video de una cámara de seguridad de un hotel de Los Ángeles, con fecha del 5 de marzo de 2016, se filtró a CNN el viernes.

Setenta y dos horas después —¿realmente necesitaba tiempo para pensarlo bien?— Adams dijo que está  “considerando” revocar la llave de la ciudad de Nueva York . ¿Qué más pruebas necesita?

Estas imágenes son más que condenatorias. Vemos a Diddy, envuelto únicamente en una toalla de baño, agarrando a Cassie por el cuello, empujándola al suelo y pateándola literalmente mientras ella estaba en el suelo, inmóvil.

Luego la tira de la camisa y la arrastra por el pasillo, donde el asalto continúa hasta que alguien baja del ascensor en su piso.

Así de envalentonado se ha sentido Combs: lo suficientemente cómodo como para desatar graves daños corporales contra una mujer indefensa en un lugar muy público, semidesnuda y con cámaras por todas partes.

El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, le entregó a Combs una llave de la ciudad el pasado mes de septiembre. “Sean Combs es la personificación de la actitud de la ciudad de Nueva York”, dijo Adams en la ceremonia. Adams es un ex oficial de policía de la ciudad de Nueva York. No me digas que no sabía nada sobre Combs.

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Según se informa, pagó al Hotel Intercontinental de Los Ángeles, el lugar de esta brutal paliza, 50.000 dólares por las imágenes.

¿Quién se lo vendió a Combs? ¿Cuántos empleados y ejecutivos del hotel estuvieron involucrados en este encubrimiento?

Si aún no lo has visto, mira el vídeo. Nunca volverás a mirar a Combs de la misma manera. Es un tipo vil, irredimible y debería ser encarcelado de por vida.

Sin embargo, en su video de disculpa, se describe a sí mismo como la única víctima aquí.

“Es muy difícil reflexionar sobre los momentos más oscuros de tu vida”, dice con voz demasiado casual.

¿Lágrimas? Ninguna.

“A veces”, dice, “hay que hacerlo. Yo estaba jodido. Quiero decir, toqué fondo”.

Pobre de él.

“Pero no me disculpo”, dice el hombre que lleva años mintiendo y poniendo excusas. “Asumo toda la responsabilidad por mis acciones en ese video”.

Sigue así:  yo, yo, yo. Yo, yo, yo.

Ni una sola vez menciona a Cassie, ni el dolor que le causó, ni lo que puede hacer para enmendarlo.

Combs afirma haber ido a terapia y rehabilitación (sin fechas, sin detalles, sin ofrecer ninguna información) y luego, por supuesto, haber pedido “gracia” a Dios.

Incluso a Dios le gustaría que Sean Combs perdiera su número.

El vídeo de Cassie es una bomba, para bien y para mal.

La Fiscalía del Distrito del Condado de Los Ángeles anunció rápidamente que Combs no puede ser procesado porque, a sus ocho años de antigüedad, este video ya no está sujeto al plazo de prescripción.

Es inadmisible, pero así es como todavía se considera la violencia contra las mujeres. Es una pena, en realidad, pero hay un límite de tiempo para exigir responsabilidades a los llamados hombres que violan y maltratan.