La interpretación de Milan, el hijo de Shakira y Gerard Piqué, de una canción sobre la ausencia de un padre, ha tocado profundamente a sus seguidores y ha encendido una controversia en las redes sociales.

Aunque no es un tema escrito por Milan, la canción, del joven cantante Didier Andrés, explora sentimientos de abandono y anhelo por un padre que no está presente.

Su mensaje resonó tanto con Milan que decidió cantarla, lo cual muchos interpretaron como una referencia a su propia situación familiar, ya que la letra refleja un dolor y una vulnerabilidad que algunos creen se asemejan a lo que han vivido Milan y su hermano Sasha desde que sus padres se separaron en 2022.

La reacción fue inmediata. En redes sociales, los fans de Shakira destacaron el valor de Milan al expresar lo que sienten muchos niños en situaciones de separación. La canción incluye frases que describen un amor y apoyo maternal incondicional, resaltando el rol de Shakira como madre soltera que ha asumido tanto las responsabilidades paternas como maternas. En uno de los versos interpretados, Milan parece identificar a su madre como su única fuente de amor y protección, lo cual fue percibido como un mensaje que alude a la falta de una presencia paternal constante, apuntando indirectamente a Piqué.

Sin embargo, la situación se complica, pues aunque Shakira apoya a Milan, Gerard Piqué no está de acuerdo con que esta versión salga a la luz oficialmente. De acuerdo con algunas fuentes, Piqué considera que esta interpretación podría dañar su imagen pública y hacer que los fans lo vean como un padre ausente o desinteresado, lo cual sería perjudicial para su reputación. Además, Piqué se enfrenta al dilema de cómo sus acciones y decisiones podrían ser interpretadas por sus propios hijos en el futuro, ya que esta canción aborda directamente el dolor que sienten muchos hijos de padres separados.

Este tema también ha sido objeto de análisis debido a la creciente tensión entre Shakira y Piqué, quienes han protagonizado una separación llena de rumores y especulaciones. Por un lado, Piqué ha seguido adelante en su relación con Clara Chía, con quien se le ha visto disfrutando de viajes y eventos sociales en distintos lugares, mientras que Shakira ha elegido dedicar su tiempo a sus hijos. La cantante se ha mostrado públicamente enfocada en ellos, incluso en su reciente mudanza a Miami, donde ahora reside con Milan y Sasha. Para sus seguidores, este enfoque de Shakira reafirma su papel como madre entregada, una figura de apoyo para sus hijos en momentos difíciles.

Ante la controversia, se ha sugerido que Milan y Sasha sienten en cierto grado los efectos de la separación, pero su interpretación de esta canción refleja algo más profundo que una simple reacción ante las diferencias de sus padres. La música se convierte en un vehículo para que Milan exprese sus sentimientos, en un intento de comprender su entorno y canalizar sus emociones. No obstante, la negativa de Piqué a que la versión cantada por su hijo se publique oficialmente ha dejado en claro la dificultad de equilibrar los sentimientos familiares con la imagen pública de ambas partes.

A nivel social, el debate generado alrededor de esta canción también refleja una realidad que viven muchos niños en familias separadas, donde se enfrentan a la ausencia de uno de los padres y recurren a la figura materna para obtener apoyo y comprensión. La interpretación de Milan, aunque controvertida, subraya la importancia de la comunicación y del apoyo emocional en situaciones de ruptura familiar. La atención mediática que ha recibido demuestra cuán sensibles y complejas pueden ser las dinámicas familiares, especialmente cuando se combinan con la fama y el escrutinio público.

Finalmente, muchos seguidores de Shakira consideran que permitir a Milan expresar sus emociones a través de la música es algo positivo, ya que los niños también tienen derecho a compartir y procesar sus experiencias. Otros, sin embargo, creen que Shakira debería proteger más a sus hijos de la exposición pública, particularmente cuando los sentimientos expresados pueden ser interpretados como ataques hacia su padre. Sea como sea, este suceso ha puesto nuevamente en el foco mediático la complicada relación entre Shakira, Piqué y sus hijos, y cómo cada decisión, por pequeña que sea, impacta en la imagen pública y en las dinámicas emocionales de esta familia.